domingo, 21 de septiembre de 2014

EL INGENIERO Y EL TORNILLO





Había una vez un ingeniero que fue llamado a arreglar una computadora de la que dependía gran parte del proceso productivo de una importante fábrica.
Sentado frente a la pantalla, oprimió unas cuantas teclas, asintió con la cabeza, murmuró algo para sí mismo y apagó el aparato.
Procedió a sacar un pequeño destornillador de su  y dio vuelta y media a un minúsculo tornillo.
Entonces encendió de nuevo la computadora y comprobó que estaba trabajando perfectamente.
El presidente de la compañía se mostró encantado y se ofreció a pagar la cuenta en el acto.
-”¿Cuánto le debo? “-preguntó.
- “Son mil euros, si me hace el favor.”
- “¿Mil euros? ¿Mil euros por unos momentos de trabajo? ¿Mil deuros por apretar un simple tornillito?
- ¡Ya sé que mi computadora es una parte fundamental de mi proceso productivo, pero mil euros es una cantidad disparatada!
- La pagaré sólo si me manda una factura perfectamente detallada que la justifique.”
El ingeniero asintió con la cabeza y se fue.
A la mañana siguiente, el presidente recibió la factura, la leyó con cuidado, sacudió la cabeza procedió a pagarla en el acto.
La factura decía:
 de servicios prestados
1. Apretar un tornillo……….. …. …. …. …. … 1 euro
2. Saber qué tornillo apretar………….. ….. 999 euros

Moraleja:

Una máquina puede hacer el trabajo de 50 hombres corrientes. Pero no existe ninguna máquina que pueda hacer el trabajo de un hombre extraordinario.


Yo siempe digo:
 Soy gran creyente en la suerte, y he descubierto que mientras más duro trabajo, más suerte tengo.

lunes, 1 de septiembre de 2014

El árbol confundido


Había  una vez, algún lugar que podría ser cualquier lugar, y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo, un hermoso jardín, con manzanos, naranjos, perales y  bellísimos rosales, todos ellos felices y satisfechos. Todo  era alegría en el jardín, excepto por un árbol profundamente triste. El  pobre tenía un problema: no sabía quién era. Lo que  le faltaba era concentración, le decía el manzano:
- Si realmente lo intentas,  podrás tener sabrosas manzanas. ¿Ves que fácil es?- No lo  escuches, exigía el rosal. Es más sencillo tener rosas y ¿Ves que bellas son?Y el  árbol desesperado, intentaba todo lo que le sugerían, y como no lograba ser como  los demás, se sentía cada vez más frustrado.Un día  llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves y, al ver la desesperación del árbol, exclamó:- No te preocupes, tu problema no es tan grave, es el mismo de muchísimos seres sobre la tierra. ¡Yo te daré la solución!
“No  dediques tu vida a ser como los demás quieren que seas…Sé tu mismo, conócete,  y para lograrlo, escucha tu voz interior.”
Y  dicho esto, el búho desapareció.
- ¿Mi  voz interior? ¿Ser yo mismo? ¿Conocerme? Se preguntaba el árbol desesperado, cuando de pronto, comprendió…
Y  cerrando los ojos y los oídos, abrió el corazón, y por fin pudo escuchar su voz  interior diciéndole:
“Tú  jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás cada primavera  porque no eres un rosal. Eres un roble, y tu destino es crecer grande y  majestuoso. Dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, belleza al paisaje…
Tienes  una misión ¡Cúmplela!
Y el  árbol se sintió fuerte, seguro de sí mismo y se dispuso a ser todo aquello para  lo cual estaba destinado.
Así,  pronto llenó su espacio y fue admirado y respetado por todos.
Y sólo  entonces el jardín fue completamente feliz.
 Utiliza tu imaginación, no para asustarte, sino para inspirarte a lograr lo inimaginable.
 Nunca una noche ha vencido al amanecer, y nunca un problema ha vencido a la esperanza.
 No es grande aquel que nunca falla si no el que nunca se da por vencido.
Ya sabes, se tú mismo y sobre todo lucha, todo se puede conseguir.!!!!!!