domingo, 17 de febrero de 2013

Niño y helado, buena combinación.



Cada día aprendemos algo en la vida.


Un niño de 10 años entró en un establecimiento y se sentó a una mesa. La camarera puso un vaso de agua en frente de él. "¿Cuánto cuesta un helado de chocolate con almendras?" pregunto el niño. "tres euros con cuarenta y cinco", respondió la camarera. El niño sacó su mano de su bolsillo y examinó un número de monedas. "¿Cuánto cuesta un helado solo?", volvió a preguntar.

Algunas personas estaban esperando por una mesa y la camarera  ya estaba un poco impaciente y no con muy buen humor, además de bruscamente le dijo "Tres euros". El niño volvió a contar las monedas. "Quiero el helado solo", dijo el niño. La camarera  le trajo el helado, y puso la cuenta en la mesa y se fue.

El niño terminó el helado, pagó en la caja y se fue. Cuando la camarera volvió, ella empezó a limpiar la mesa y entonces le costó tragar saliva con lo que vio. Allí, puesto ordenadamente junto al plato vacío, había  cuarenta y cinco centimos  ... su propina.

Jamás juzgues a alguien antes de tiempo, te puede sorprender.